miércoles, 14 de julio de 2010

¡GRACIAS CAMPEONES!

CASILLAS [1]: Capitán.
RAMOS [15]: Corazón.
PUYOL [5]: Garra.
PIQUÉ [3]: Entrega.
CAPDEVILA [11]: Talento.
S.BUSQUETS [16]: Seguridad.
XABI ALONSO [14]: Potencia.
XAVI [8]: Cabeza.
INIESTA [6]: Magia.
PEDRO [18]: Velocidad.
VILLA [7]: Gol.

"Teóricos" suplentes: ¡Saber estar!

VALDÉS [12]: Carácter.
ALBIOL [2]: Bondad.
MARCHENA [4]: Fuerza.
TORRES [9]: Remate.
CESC [10]: Precisión.
MATA [13]: Dribling.
ARBELOA [17]: Compañerismo.
LLORENTE [19]: Altura.
JAVI MARTINEZ [20]: Frescura.
SILVA [21]: Calidad.
NAVAS [22]: Nervio.
REINA [23]: Líder.


SON TODOS LOS QUE ESTÁN Y ESTÁN TODOS LOS QUE SON, LOS 23.
EL GRUPO: Unión.

Seleccionador:

VICENTE DEL BOSQUE: Templanza.

Gracias por hacerme sentir orgulloso de vivir en la época que vivo. En otra época no hubiera visto nunca lo que ví el pasado domingo 11 de julio de 2010. Esa fecha será inborrable para todos los españoles.


¡GRACIAS CAMPEONES!
¡¡¡CAMPEONES DEL MUNDO!!!


PD: No he querido explayarme demasiado, como he venido haciendo hasta ahora. He decidido catalogar a cada uno de nuestros internacionales con un sólo adjetivo.

No posteo ninguna imagen, pues lo he hecho de memoria, incluso los dorsales. No hace, ni hará falta ninguna foto para recordar de por vida este grupo, a esta Selección que tanto nos ha dado a los españoles. Todos, o por lo menos yo, me acordaré siempre de cabeza y de memoria, del primero al último de este grupo que nos dio nuestro primer Mundial de la historia.


¡VIVA ESPAÑA!

jueves, 8 de julio de 2010

HEMOS CAMBIADO LA HISTORIA

Corría el mintuo 73' de partido en el Moses Mabhida Stadium de Durban, cuando Xavi se disponía a sacar un córner desde el lado derecho de la portería de Neuer. En el área, cómo es habitual, la cosa iba de marcajes, empujones, algún agarrón... Vamos, lo típico, pero sin que el árbitro tuviera que poner tierra de por medio.

El más vigilado en el área alemana era Piqué, pues es el jugador español que mejor va de cabeza y los germanos lo sabían. Lanzaba Xavi el córner, y allí, en el punto de penalti, aparecía Puyol desde atrás, apoyándose incluso en Piqué, para, con un cabezazo impecable y no muy común (se ven pocos cabezazos cómo el del '5' ayer), mandar el esférico al fondo de las mallas.

Era el 0-1. El marcador no se iba mover. Puyol escribía con letras de Oro una nueva página en la historia de la Selección. Su cabezazo, su 'Puyolazo' valía el pase a la final del Mundial. La primera final de un Mundial para España. Un país que hasta el domingo pasado no sabía lo que era pasar de cuartos en Mundial, y el gafe se rompió ante Paraguay hace unos días.

No ibamos a quedarnos ahí, no valía sólo con romper el gafe y el maleficio de cuartos. Queríamos más. Esperaba Alemania en semifinales...

Una Alemania que, hasta la fecha había sido la mejor selección del campeonato. Su juego y efectividad goleadora así lo evidenciaban. Una selección alemana que imponía respeto por su trayectoria hasta la semifinal en este Mundial de Suráfrica. Había que respetarla, y así lo hicimos. Siempre hubo respeto, pero nunca hubo miedo.

En cuanto al partido, no es que se pusiera pronto de cara para España, pero sí que en los primeros instantes dejaba entrever lo que sería el encuentro. Dominio español a base de lo que sabemos hacer a parte de jugar bien al fútbol, tocar. Hay mil maneras de jugar bien a fútbol, pero la medicina más efectiva es la española, un reflejo del Barça de Guardiola, mejor equipo del Mundo hoy por hoy. Esa medicina es el toque y la salida de balón desde atrás, siempre tocando en espacios cortos hasta encontrar los espacios arriba.

Alemania lo sabía, y salvo dos o tres llegadas sin demasiado peligro en cada parte, el resto fue dominio, asedio y acoso español, metiendo practicamente a once alemanes en su propio campo, pero nunca poniendo el autobús para dificultar el juego español, ya que España jugó a placer y las tuvo de todos los colores para abrir el marcador antes de tiempo y sentenciar.

España salía con el once habitual, pero con único cambio. Pedro era titular en detrimento de Torres. Gran partido del canario, el mejor del encuentro hasta que fue sustituido. Se movió entre líneas, cayó a banda, se ofreció y cuando tuvo el balón lo intentó, lo buscó, encaró, desequilibró, y de sus botas ayer, apareció el peligro de los hombres de Del Bosque.

No obstante, y pese a ser Pedro, para muchos el mejor de la semifinal entre Alemania y España, el MVP (Mejor Valoración del Partido', mejor jugador del encuentro) recayó en Xavi, el cerebro, el director de orquesta de nuestra selección.

España está en la final del Mundial. Un sueño, una realidad. Un sueño hecho realidad. Espera Holanda el domingo. Pase lo que pase, hemos cambiado la historia de nuestro país... Y del fútbol. El Mundo se rinde a nuestros pies, a "nuestras botas". Nos hemos quitado todos los complejos y maleficios de anteriores mundiales y eurocopas. Desde la final de la Eurocopa de Viena en 2008, el fútbol mundial sólo tiene un color, el rojo. El rojo de La Roja. Porque España para muchos, para europeos, asiáticos, africanos, americanos, suramericanos, australianos, a parte de ser un país encantador y digno de visitar, es un espejo, un ejemplo futbolístico donde mirarse cada vez que juega La Roja.

Muy pocos quieren ya la camiseta de Brasil, cómo cuando la queríamos todos hasta hace no muchos años, ¿por qué?, porque Brasil reinaba en el balompié y causaba cierto tipo de envidia ver jugar a la 'canarinha', cada cuatro años estaba en lo más alto. Todo el mundo quería parecerse a los Ronaldo, Roberto Carlos, Cafú, Romario, etc. Ahora, los niños quieren ser como Iniesta, Villa, Torres, Xavi, Casillas, Puyol, Ramos...

Hoy, todo el mundo, o gran parte del mismo, respeta a La Roja.

Estamos a noventa minutos de la gloria. A noventa minutos, a un partido de poder ver a Iker levantar la dorada, el trofeo más bonito que todo capitán y jugador nacional quiere alzar con su selección, la Copa del Mundo. ¡El Mundial!

Espera Holanda, no nos lo pondrá fácil, pero si hay algo que reina en España es el optimismo, sobretodo desde aquel gol de Torres en Viena, precisamente ante Alemania. Por eso y más, debemos gritar que... ¡PODEMOS!. Podemos ser CAMPEONES DEL MUNDO.

¡VIVA ESPAÑA!



PD: Tenía esto abandonado. No sé cuando volveré. Sólo sé que la ocasión merecía volver a dedicar unas palabras y parte de mi tiempo a escribir lo que siento futbolísticamente un día cómo hoy.